HISTORIA DE AMÉrica latina
josé figueres,
defensor de los latinoamericanos
maestros en lugar de soldados
por benjamín lucero
Los líderes se levantan como las mareas que lavan las costas de la democracia y dejan huella en los libros de historia de sus países. Muchos se esfuerzan por ser esa marea singular que surge de las aguas para guiar a su país a través de tiempos de peligro. Sin embargo, en ocasiones cuando esos hombres alcanzan el poder, logran poco y el país se queda igual o enfrenta un futuro peor al que se preveía anteriormente. Aunque la historia del buen político suele ser recordada, por lo general sólo se tiene presente una pequeña parte de lo que hizo durante su mandato. Aquí compartimos el relato de un hombre que hizo la diferencia en su país durante tiempos tumultuosos.
Centroamérica, un trozo del Paraíso enclavado entre dos enormes continentes, ha vivido una historia de insurrecciones y guerras civiles. En un escenario de batallas constantes, los habitantes de estos países pasaron largos periodos oprimidos por dictadores despiadados y líderes comunistas. Pero Costa Rica se libró de este destino gracias a la labor de hombres dispuestos a hacer lo correcto.
José María Hipólito Figueres Ferrer fue uno de ellos. José Figueres luchó para llegar a la presidencia durante la última guerra civil del país y desde allí dirigió la escritura de una nueva constitución más radical que la anterior. Figueres instituyó el voto para las mujeres y las minorías, prohibió el Partido Comunista y garantizó la educación pública para todos.
Sus mayores triunfos fueron desmilitarizar la nación y redistribuir los ingresos para que se invirtieran en el sistema de educación pública. Temía que, de caer en manos equivocadas, una herramienta tan poderosa como la educación podría ser utilizada como un arma de control en lugar de una herramienta de libertad. José Figueres planeaba tener una nación con más maestros que soldados y sabía que necesitaba de la diplomacia para lograrlo.
José Figueres se convirtió en una figura internacional cuando estableció relaciones políticas con Puerto Rico y los Estados Unidos. Sin embargo, expresó su opinión abiertamente cuando Estados Unidos pretendía ignorar la dictadura opresiva de Rafael Trujillo en la República Dominicana. En 1958 dijo frente al Congreso americano: “Si (Estados Unidos) habla de dignidad humana con respecto a Rusia, ¿por qué duda en hablar de ella cuando se trata de la República Dominicana?”
Figueres se negó a ser uno de esos políticos que ignoran lo que sucede a su pueblo para perseguir fines egoístas. Así que pese a recibir ayuda de la CIA, defendió a los latinoamericanos cuando Estados Unidos amenazaba con reducir las importaciones de los productos agrícolas de América Latina. También frente al Congreso de los Estados Unidos, Figueres dijo: “Nuestra pobreza no rebaja nuestro orgullo. Tenemos dignidad. Queremos que se pague un precio justo por el sudor de nuestra gente, por el empobrecimiento de nuestra tierra cuando proporcionamos un producto que otro país necesita. Eso sería suficiente para vivir, incrementar nuestro capital y continuar con nuestro desarrollo”.
José Figueres Ferrer era un líder y un servidor de su nación. Su nombre será recordado como el de un hombre que luchó por la justicia, la libertad y la educación para Costa Rica.
Centroamérica, un trozo del Paraíso enclavado entre dos enormes continentes, ha vivido una historia de insurrecciones y guerras civiles. En un escenario de batallas constantes, los habitantes de estos países pasaron largos periodos oprimidos por dictadores despiadados y líderes comunistas. Pero Costa Rica se libró de este destino gracias a la labor de hombres dispuestos a hacer lo correcto.
José María Hipólito Figueres Ferrer fue uno de ellos. José Figueres luchó para llegar a la presidencia durante la última guerra civil del país y desde allí dirigió la escritura de una nueva constitución más radical que la anterior. Figueres instituyó el voto para las mujeres y las minorías, prohibió el Partido Comunista y garantizó la educación pública para todos.
Sus mayores triunfos fueron desmilitarizar la nación y redistribuir los ingresos para que se invirtieran en el sistema de educación pública. Temía que, de caer en manos equivocadas, una herramienta tan poderosa como la educación podría ser utilizada como un arma de control en lugar de una herramienta de libertad. José Figueres planeaba tener una nación con más maestros que soldados y sabía que necesitaba de la diplomacia para lograrlo.
José Figueres se convirtió en una figura internacional cuando estableció relaciones políticas con Puerto Rico y los Estados Unidos. Sin embargo, expresó su opinión abiertamente cuando Estados Unidos pretendía ignorar la dictadura opresiva de Rafael Trujillo en la República Dominicana. En 1958 dijo frente al Congreso americano: “Si (Estados Unidos) habla de dignidad humana con respecto a Rusia, ¿por qué duda en hablar de ella cuando se trata de la República Dominicana?”
Figueres se negó a ser uno de esos políticos que ignoran lo que sucede a su pueblo para perseguir fines egoístas. Así que pese a recibir ayuda de la CIA, defendió a los latinoamericanos cuando Estados Unidos amenazaba con reducir las importaciones de los productos agrícolas de América Latina. También frente al Congreso de los Estados Unidos, Figueres dijo: “Nuestra pobreza no rebaja nuestro orgullo. Tenemos dignidad. Queremos que se pague un precio justo por el sudor de nuestra gente, por el empobrecimiento de nuestra tierra cuando proporcionamos un producto que otro país necesita. Eso sería suficiente para vivir, incrementar nuestro capital y continuar con nuestro desarrollo”.
José Figueres Ferrer era un líder y un servidor de su nación. Su nombre será recordado como el de un hombre que luchó por la justicia, la libertad y la educación para Costa Rica.