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DUDA EN LA SUPREMA CORTE

POR nicolás olano


¿Qué papel jugará el juez Brett Kavanaugh con respecto a la
inmigración en la Corte Suprema?


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Kavanaugh es un juez de derecha, es decir conservador, dentro del léxico político americano. Su formación académica y personal están marcadas de manera significante por la iglesia católica. Asistió a una escuela secundaria establecida por los Jesuitas en 1789. (Georgetown Preparatory en Maryland).  Realizó sus estudios universitarios en Yale, en donde cursó Leyes. Ejerció como juez del Tribunal de Apelaciones para el Circuito del Distrito de Columbia antes de ser nominado por Trump a la Corte Suprema. Sus posiciones jurídicas y políticas, vistas en estos lugares y en sus empleos subsiguientes, lo alinean con el ala de derecha o conservadora en este país.  

Antes de descartar al juez Kavanaugh como alguien que por ser “conservador” siempre va a votar en contra de la inmigración, hay que tomar nota de varios puntos. Primero, su educación católica y su afiliación a una entidad guiada por la Compañía de Jesús nos permite pensar que tiene una visión humanista y humanitaria. Por ejemplo, uno de los grandes protectores de la inmigración en los EE. UU. es la Iglesia católica (Caridades Católicas) y Kavanaugh comparte esos valores. Segundo, que sea “conservador” no implica que sea antiinmigrante. Al contrario, entendamos que ser “conservador” implica advocar por una menor presencia del estado dentro de la vida de las personas, menos gastos en el área pública y una disminución de las regulaciones y agencias que las imponen.

Esto quiere decir que cuando tenga que ver un caso de inmigración donde la agencia o agencias involucradas no siguen las regulaciones o están tratando de expandir sus poderes, un juez “conservador” como Kavanaugh se va a oponer a la violación o a la expansión de las regulaciones. Esto puede ser bueno en el área de inmigración pues limitaría el poder de las agencias involucradas, como USCIS, ICE y CBP. Tercero, su línea de decisiones en el Circuito del Distrito de Columbia fue casi la misma que la del juez Merrick Garland, quien fue nominado por Obama a la Corte Suprema. Esto indica que sustancialmente no está muy lejos de quien fuera nominado por la persona que creó DACA y permitió la suspensión procesal de la remoción (deportación). Claro que también hay puntos negativos.

En un caso relacionado a la inmigración, el juez Kavanaugh tomó el lado del gobierno que quería impedir el aborto de una menor inmigrante que estaba en custodia de inmigración. Dejando a un lado el tema de la terminación de un embarazo, el tono que tomó respecto de los inmigrantes no fue muy bueno. Respecto de la opinión de la mayoría de la corte, que aprobó el procedimiento, dijo que al hacerlo “estaban creando un nuevo derecho para menores inmigrantes sin estatus legal que se encuentran detenidos por el estado de obtener un aborto de inmediato con sólo pedirlo”. De nuevo, probablemente su tono fue influenciado por un tema tan sensible – especialmente para un católico practicante como el – pero no debió expresarse de los inmigrantes negativamente debido al tema que se manejaba. También tomó decisiones que restringen la inmigración en un área relacionada al derecho laboral y a la contratación de empleados especializados.

Sin embargo, estas decisiones fueron tomadas – o mejor Kavanaugh siguió esa posición – por motivos técnicos en la ley y no por un ánimo antiinmigrante. Esto nos deja con una conclusión, que en la Corte Suprema el juez Kavanaugh no tiene una posición clara respecto a la inmigración en los EE. UU., pero podemos esperar que no sea del todo “negativa” porque se le tilde de “conservador”.

Una ventana a su posible comportamiento futuro se dió en octubre del año pasado cuando se discutía en la Corte Suprema si un inmigrante tenía derecho a fianza cuando la ley decía que su detención era obligatoria. Kavanaugh interpretó la ley de 1996 como una ley donde el Congreso pretendía endurecer las leyes de inmigración. Esto sin embargo no quiere decir que Kavanaugh es antiinmigrante. En efecto, la ley a la que se refieren (IIRAIRA) es una de las leyes más restrictivas que hay y el Congreso de los Estados Unidos sí tenía la intención de endurecer las leyes migratorias. Es decir, Kavanaugh fue neutral y presentó su interpretación de lo que el Congreso quería hacer con esa ley, dejando su posición personal a un lado. Queda entonces por ver qué dirá Kavanaugh cuando las leyes migratorias busquen no la sanción sino la reunificación familiar o la protección de refugiados. ¿Interpretará la intención del Congreso de manera acorde?

Lo que queda es una idea imperfecta de Kavanaugh con respecto a la inmigración. Hasta el momento sus decisiones en ese ámbito han estado acompañadas de otros puntos legales que las afectaron y no tenemos un ejemplo puro que nos pueda dar una idea más certera. Sólo el tiempo nos dirá quién es el juez Kavanaugh para los inmigrantes.

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Sol de Medianoche is a monthly publication of the Latino community in Anchorage, Alaska