La barrera de idiomas en el sistema de salud
En un país tan lingüísticamente diverso como Estados Unidos, la barrera del idioma plantea desafíos significativos en la prestación de atención médica, afectando tanto a los pacientes como a los proveedores de servicios de salud. El problema de las barreras del idioma en la atención médica ha generado preocupaciones sobre la calidad de la atención, la satisfacción del paciente y los resultados generales de salud para las poblaciones que no hablan inglés. Una conferencia de prensa organizada por Ethnic Media Services reunió a varios expertos, desde activistas hasta funcionarios gubernamentales, para abordar estos problemas en detalle y proponer posibles soluciones.
La conferencia comenzó con una presentación de la Dra. Latha Palaniappan, profesora de medicina de la Universidad de Stanford. Palaniappan presentó evidencia existente sobre el impacto de la atención discordante en el idioma, cuando un paciente y un proveedor de atención médica no comparten el dominio de un idioma común. Argumentó que las barreras del idioma existentes conducen a retrasos en la comunicación de síntomas, lo que limita la capacidad del paciente para recibir atención oportuna y resulta en tasas más altas de condiciones no diagnosticadas. “La atención médica continua incluye la comunicación de información. Cuando el paciente no comprende lo que dice el médico, esa cadena se rompe y la calidad de la atención no es tan alta como podría serlo”, agregó la Dra. Palaniappan. Más adelante, la Dra. Ingrid Hall, epidemióloga de la División de Prevención y Control del Cáncer de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), enfatizó aún más esta afirmación al presentar nuevas investigaciones que sugieren que las barreras del idioma podrían afectar el diagnóstico de cáncer. “Los adultos hispanos tienen menos probabilidades de recibir exámenes de detección de cáncer a tiempo, con una prevalencia aún menor de exámenes de detección informados entre los inmigrantes recientes, aquellos menos aculturados o que muestran menos adaptación”, afirmó. Las barreras del idioma no solo afectan el diagnóstico, sino que también afectan otros aspectos de la capacidad del paciente para navegar el sistema de atención médica. “Aquellos que informan tener un dominio bajo del inglés reportan recibir menos servicios preventivos o tener acceso a la atención médica”, agregó la Dra. Hall. Además, según la Dra. Palaniappan, “las nuevas terapias a través de investigaciones clínicas no son accesibles debido a la falta de servicios de traducción fácilmente disponibles para los ensayos clínicos”. Ambos médicos enfatizaron la necesidad de aumentar la traducción de documentos médicos y la disponibilidad de intérpretes que puedan manejar la terminología médica. La Dra. Palaniappan señaló que si bien los médicos pueden dominar otro idioma a nivel conversacional, podrían tener dificultades para brindar el apoyo necesario al referirse a términos técnicos o procesos médicos específicos en otro idioma. Además, la Dra. Elena Rios, presidenta y CEO de la Asociación Nacional Hispana de Médicos, planteó preocupaciones sobre la falta de servicios de traducción disponibles, lo que obliga a los hijos de los pacientes a actuar como intérpretes, lo que podría violar los derechos de privacidad del paciente. La Dra. Ríos también argumentó que una parte importante de la solución radica en diversificar el campo de la medicina en su conjunto. “Necesitamos crear una vía para proveedores de atención médica culturalmente sensibles. Sin embargo, en este momento, menos del 6% de nuestro personal de atención médica pertenece a personas de color”, destacó. Ella enfatizó el trabajo que su organización y otros están realizando para lograr esto a través de programas de becas y tutorías. Esto, junto con la ampliación de los servicios de traducción, marcará una diferencia significativa para garantizar que todos, independientemente del idioma que hablen, puedan acceder a la atención médica que necesitan. |