La derogación de Roe v. Wade reduce el acceso a la salud e incrementa las muertes
Por campbell small
El 22 de junio, me desperté con la noticia de que Roe v. Wade había sido derogado por la Suprema Corte. Se me hundió el corazón cuando me di cuenta de que muchas vidas habían sido afectadas para siempre. De la noche a la mañana, después de 50 años, el caso que establecía que las restricciones estatales al aborto eran inconstitucionales fue derogado. Después de que el borrador de esta decisión se filtrara al público, un artículo del New York Times del 7 de mayo reportó que, de los 64 millones de mujeres y jovencitas en edad reproductiva estarían en riesgo de perder su derecho de elegir el aborto si Roe v. Wade fuese derogado. Ese riesgo es ahora una realidad. Desde el 2 de julio, el aborto está prohibido en Dakota del Sur, Wisconsin, Missouri, Virginia del Oeste, Alabama, Oklahoma, Arkansas y Texas.
Esta lista no es todo el país. El aborto aún está permitido al igual que antes en varias partes de los Estados Unidos, pero el precio de la salud reproductiva subió significativamente. Alaska, por ejemplo, es uno de los estados que protege el aborto dentro de su constitución, específicamente por los casos de Valley Hospital Association v. Mat-Su Coalition for Choice y State v. Planned Parenthood de Alaska. Aunque, a pesar de que esté protegido, el proceso del aborto puede ser desafiante. En Alaska, a los padres de pacientes menores a 18 años se les debe notificar y los pacientes deben recibir asesoramiento obligatorio donde confrontan los peligros del aborto. Aun así, las mujeres en Alaska tienen suerte.
En los estados en los que el aborto no está legalmente protegido, los pacientes deben viajar largas distancias para obtenerlo. De acuerdo con datos del Guttmacher Institute, la distancia promedio nacional es de 276 millas. Un paciente a las 20 semanas de embarazo viaja en promedio 9 millas para obtener un aborto, en Louisiana la distancia es 71 millas. En Arkansas, la distancia es 160 millas y crece a 328 millas si la paciente tiene más de 22 semanas de embarazo.
En 2014, Guttmacher Institute determinó que de todas las personas que obtuvieron abortos, 49% vivía debajo de la línea federal de pobreza, 53% pagaron por su propia cuenta, solo 60% estaba en sus 20s y 59% había dado a luz anteriormente. Estos números no reflejan un grupo con recursos, o de ateos liberales desesperados por abortar. Todo tipo de personas obtiene abortos porque todo tipo de personas requiere cuidado médico.
De acuerdo con los Centros para Prevención y Control de Enfermedades, en 2020, hubo 23.8 muertes maternas por cada 100,000 nacimientos en EE. UU, un número exponencialmente mayor que en otros países desarrollados. El aborto es usado para minimizar el número de muertes y salvar a quienes tienen condiciones riesgosas, como embarazos ectópicos, los cuales pueden ser mortales. Después de la derogación de Roe, en los estados donde solo los abortos médicos son legales, la probabilidad de que pacientes mueran mientras los médicos lidian con el proceso legal va a aumentar. El cuerpo no espera por abogados y el embarazo puede ser peligroso. Es imposible prohibir todos los abortos, solo los seguros. De acuerdo con el Guttmacher Institute, en las partes del mundo donde se limita el aborto, hay 30,000 muertes por abortos ilegales anualmente. Las tasas de aborto, de hecho, son más altas donde es limitado. Los abortos no van a parar. La desesperación hará que la gente busque abortos peligrosos y no-regulados. EE. UU no es la excepción, comparando 1972 y 1974, después del establecimiento de Roe v. Wade, las muertes por abortos ilegales bajaron de 39 a 5 después de la protección constitucional al aborto. La realidad es que cuando la gente pierde acceso a la salud, muere, y los jueces que votaron por derogar Roe v. Wade decidieron ignoran esto.