Estoy seguro que todos anhelamos ansiosamente que esta temporada electoral termine. Estoy agotado y desmoralizado. Estamos enfrentando la pandemia por Covid-19, una crisis económica, el cambio climático, división política y social, un sistema de salud quebrado, un sistema judicial fracturado, y líderes irresponsables. Tenemos que abrir los ojos y enfrentar la realidad de nuestro tiempo si es que vamos a dejar un mundo en el que valga la pena vivir.
En estos tiempos de pandemia, ya no podemos tomar pequeñas medidas para arreglar nuestro sistema de salud. Funciona muy bien para los ricos y bien conectados. Es desordenado, mediocre y caro para la mayoría de nosotros. Ningún estadounidense debería tener que depender de la sala de emergencias para su atención primaria de salud. En medio de esta pandemia, nadie debería tener que enfrentarse a declararse en bancarrota a causa de recibir cuidado médico o al riesgo de que una infección por Covid-19 se cuente como una condición preexistente. Necesitamos un sistema sanitario sólido y justo para todos.
Como americanos necesitamos usar nuestros privilegios y riqueza para guiar al mundo hacia un futuro más optimista. Le debemos a la humanidad un mundo más seguro, más saludable, sostenible, más verde y, con suerte, más feliz. Por esto, debemos tomar en serio el cambio climático y la amenaza a nuestro entorno natural y humano. Tenemos que desarrollar e implementar tecnologías y adoptar una nueva actitud para enfrentar estos problemas. De lo contrario, dejaremos a nuestros hijos en un mundo inhabitable donde una gran cantidad de personas sufrirá de manera desproporcionada.
Nuestros líderes son negligentes. Tienen que dejar de discutir y en cambio deben promulgar leyes que ayuden a la gente que esta enfrentado hambre, desalojos y bancarrota. No podemos permitirnos quedarnos paralizados por nuestra deuda nacional. La mayoría de nosotros no podemos pagar en efectivo para ser propietarios de nuestras casas, por lo que aceptamos voluntariamente una hipoteca para tener un lugar donde vivir ahora, no en un futuro lejano.
Debemos arreglar nuestro sistema de justicia que está acosado por pruebas de fuego ideológicas y desigualdades donde la raza, la riqueza y el estatus determinan quién paga y quién puede ser libre. Tenemos un sistema político en el que tenemos que pagar para jugar, que funciona bien para la gente rica pero que con frecuencia deja al resto desmoralizado y cínico. Esto tiene que terminar o nuestra democracia correrá más peligro del que ya está en este momento.
Tenemos que comprometernos con el mundo en general o arriesgarnos a ser arrastrados por la historia y las circunstancias que tienen soluciones si las abordamos ahora. Debemos dejar de descuidar nuestras responsabilidades para con las generaciones futuras. Imagínese pateando a nuestros hijos afuera hacia el mundo y diciéndoles: Tenemos ya el nuestro. Buena suerte, les toca luchar solos ... ¡pobres tontos!
Nos encontramos en una encrucijada. No podemos permitirnos afrontar el futuro como una nación profundamente dividida y disfuncional. Necesitamos líderes que nos unan y nos ayuden a afrontar con seriedad nuestros desafíos. Por eso votaré por Joe Biden y Kamala Harris.