LA TECNOLOGÍA Y SU PAPEL EN EL POPULISMO
La presidencia de Trump alteró la política estadounidense. Ahora, tenemos que preguntarnos la razón por la que sucedió. Fuera de cualquier persuasión política o ideología, el populismo es una estrategia centrada en hacer sentir que el votante es oprimido por el establecimiento político. Podemos aprender de esto a través de lo que vemos en películas. Las películas Bob Roberts (1992) y ¨The Waldo Moment¨ representan la reacción de la sociedad al populismo a lo largo de la historia y el acceso a la tecnología. Estas películas argumentan que la tecnología favorece al populismo en Estados Unidos debido a que ésta ayuda a propagar la desinformación y campañas en contra del establecimiento político. El populismo ha sido una estrategia política influyente, y el trumpismo ha sido el caso más exitoso en EE.UU.
En 1992, la administración de Reagan, famosa por sus posiciones patrióticas y antidrogas, movilizó a su base, y alejó a aquellos que temían al populismo. Esto se ve en Bob Roberts (1992), una comedia a manera de documental que habla sobre una campaña senatorial en Pennsylvania, en la cual los ciudadanos no simpatizan con el político tradicional en el cargo y se movilizan alrededor de Roberts, un cantante de música country que complace a la población y que carece de visión política. Su música es parecida a la de cantantes de esa época, como Merle Haggard, la cual apoyaba a Reagan. La mezcla de música y política fue efectiva, pero no tanto como la tecnología moderna. El uso de las plataformas de redes sociales contribuye al populismo porque incentiva las interacciones frecuentes, alarmantes y a veces entretenidas con el público: como el caso de Alexandra Ocasio Cortez y Trump. En “The Waldo Moment” (2013), un oso animado azul gana la consideración del público por criticar a los candidatos parlamentarios en la televisión en vivo. Comienza un movimiento anti-sistema basado en la transparencia radical de su falta de preparación. Las redes sociales ayudan a Waldo a propagar su mensaje político. Waldo es transparente al no tener una política y en los debates elige centrar la atención en la falta de integridad moral de sus oponentes. Cuando los políticos atacan a Wally en línea, esto le da publicidad y atrinchera a los votantes. Todavía hay ecos del populismo de Reagan. La campaña vicepresidencial de Sarah Palin fue un ejemplo claro de la posverdad, cuyo legado, en combinación con el Reaganismo, se volvió el Trumpismo. Trump, una estrella de programas de reality, utilizó estrategias parecidas a las que se ven en Bob Roberts o en The Waldo Moment. Como las canciones de Roberts, los mítines de Trump eran entretenidos, no como un concierto sino como un monólogo de comedia. Este entretenimiento creó un ambiente accesible para incluso aquellos que no participan en la política. Como Waldo, Trump era impredecible y usaba su tiempo en debates para atacar oponentes. Además, se benefició de la atención mediática, la cual aumentó su alcance y solidificó su campaña. Asimismo, su herramienta más efectiva fue Twitter. Trump podía distribuir sus pensamientos a millones de personas en cuestión de segundos y aumentar su influencia. La tecnología expande el populismo al propagar desinformación, campañas de difamación y sentimientos antidemocráticos. Ahora la sociedad debe decidir si apoya esta expansión. Gabriel Dawson es estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad de Linfield. En esta pequeña escuela de artes liberales, está expuesto a muchas perspectivas diversas que han ayudado a fomentar la pasión por el análisis ideológicamente pluralista de temas políticos. Es becario del programa Elliot Alexander y empleado del Departamento de Ciencias Políticas. |