Óscar Chacón, co-fundador y director ejecutivo de Alianza Américas: “Es imprescindible una política migratoria realista”
BY CARLOS MATÍAS
Joe Biden se acerca a la fase final de su mandato con una deuda pendiente con los inmigrantes. Ganó las elecciones a la Casa Blanca con un discurso amable para ellos y una vez que juró el cargo como presidente lo cambió: “¡Quédense en casa!”, les dijo. Estados Unidos necesita una política migratoria realista para proteger su porvenir y su prosperidad.
“Falta coherencia y realismo en la política migratoria de los Estados Unidos”, dice a Sol de Medianoche Óscar Chacón, co-fundador y director ejecutivo de Alianza Américas, “y esto ha sucedido en las últimas décadas, tanto con presidentes republicanos como con presidentes demócratas”.
Óscar Chacón se basa en datos objetivos para afirmar que “este país necesita a los migrantes para seguir siendo una nación fuerte y próspera. A lo largo de la historia, los migrantes siempre hemos representado una gran fuerza laboral y hemos sido generadores de riqueza. Pero nuestros políticos bipartidistas llevan décadas cayendo en la trampa y en la falsedad de un discurso público xenófobo, racista y supremacista”.
Para Chacón, la diferencia entre político republicanos y políticos demócratas es que “los republicanos son más bruscos en sus manifestaciones y muy extremistas, llegando a la xenofobia y el racismo. Pero no hay que olvidar que la peor ley de inmigración en toda la historia de este país la aprobó Bill Clinton, y que el mayor número de deportaciones firmado por un presidente es un récord que ostenta Barack Obama. Los dos, presidentes demócratas”. Llama la atención el dato que facilita Óscar Chacón sobre Obama, sobre todo teniendo en cuenta que tras él gobernó este país Donald Trump. “Trump es tosco, grotesco, zafio… Es xenófobo y racista… Pero no deportó a tantos migrantes como Obama”, insiste Chacón.
Para el co-fundador y director ejecutivo de Alianza Américas, la referencia al doctor Jekyll y Mr. Hyde, realizada por Sol de Medianoche en su número 55, del pasado mes de enero, “ha sido muy acertada, porque cada vez es más patente el síndrome de Jekyll y Hyde del presidente. Unas veces se muestra comprensivo con la preocupante situación de los migrantes en Estados Unidos y otras parece inflexible, distante y portavoz de los que dicen que los migrantes de este país estamos desplazando a los verdaderos estadounidenses, los blancos, de sus trabajos, de sus calles, de sus casas…” “Este discurso xenófobo y supremacista no resiste un análisis objetivo, fundamentado datos que son reales y que se pueden contrastar. Las próximas elecciones presidenciales deberían de ser abordadas con la fuerza de estas evidencias y la determinación de llevar a cabo una política migratoria realista, imprescindible para la construcción de este país. Pero me temo mucho que los candidatos de los dos partidos (republicano y demócrata) van a seguir empleando la falacia de una ideología mezquina”.