Mitos sobre el bilingüismo en niños
Hay muchos mitos rodeando a los niños que crecen bilingües. Hay quienes piensan que es malo para el desarrollo del lenguaje o que puede dañar la capacidad de pensamiento. Sin embargo, lo opuesto es cierto. Hay muchísimas investigaciones que muestran los efectos del bilingüismo en los niños y cuáles modos son mejores para la adquisición de ambos lenguajes y la conclusión es que es una práctica positiva.
Existen muchos tipos de bilingüismo. La idea de bilingüismo es tan grande que es imposible hablar de ella sin delimitarla. En esta ocasión, quiero discutir específicamente el bilingüismo temprano y simultáneo que existe cuando los niños aprenden a hablar un segundo idioma en casa o con la familia. El bilingüismo temprano ocurre hasta los 12 años. En este caso, los niños aprenden ambas lenguas antes de la pubertad y las siguen usando en su vida cotidiana de forma frecuente y activa. Asimismo, el bilingüismo simultáneo se refiere al que ocurre cuando los niños aprenden dos lenguas al mismo tiempo y no una después de la otra. Muchas fuentes académicas hablan sobre los mitos más comunes y muestran por qué son falsos. Aquí presento los más populares y explico la verdad detrás de estos mitos. Mito: “El bilingüismo puede frenar el aprendizaje de la lengua en los niños”. Hecho: Hay muchas investigaciones que muestran que los niños bilingües aprenden ambas lenguas a la misma velocidad que sus contrapartes monolingües. Según François Grosjean, un autor muy conocido sobre el tema, en el caso de que los niños bilingües presenten problemas lingüísticos como la dislexia (que no es lo mismo que el aprendizaje lento), no es debido a ser bilingüe. Los niños monolingües presentan problemas lingüísticos con la misma frecuencia. Mito: “Aprender dos idiomas confunde a los niños y perjudica su capacidad cognitiva”. Hecho: Es una idea muy común que los niños solo tienen espacio para una lengua en su cerebro. Sin embargo, un estudio por Kenji Hakuta en 1985 muestra que los niños bilingües tienen mejores habilidades lingüísticas auditivas que los monolingües y una flexibilidad cognitiva más fuerte. Mito: “El idioma hablado en casa tendrá un efecto negativo sobre el aprendizaje de idiomas en la escuela”. Hecho: Grosjean argumenta lo contrario. Un idioma puede funcionar como base lingüística para aprender aspectos de otras lenguas. Mantener la lengua familiar ayuda a desarrollar la nueva lengua en la escuela. Mito: “Los niños bilingües siempre mezclan sus idiomas y cometen errores”. Hecho: Los niños aprenden que cuando están con una persona monolingüe, sólo deben usar una lengua. Solo mezclan lenguas cuando están otros bilingües, pero esto no es malo. Si son fluidos en las dos lenguas, pueden cambiar rápido y comunicarse funcionalmente. Ser bilingüe en la infancia ayuda al cerebro a ser más “móvil”. Los niños bilingües pueden saltar entre actividades sin problemas porque sus cerebros están acostumbrados a cambiar entre dos lenguas sin interferencias. Este proceso se llama control atencional, de hecho, ser bilingüe fortalece el cerebro en todas las áreas del pensamiento. Los niños bilingües tienen más flexibilidad mental y son mejores con la memoria y atención. Esta práctica de cambiar entre dos lenguas es como un ejercicio, y con más práctica, se obtiene más destreza. Todos los mitos mencionados anteriormente son solo eso: mitos. La evidencia empírica desmiente que el bilingüismo en niños sea nocivo, es más, trae beneficios. Por ende, es importante ser precavidos con la información que compartimos y considerar el bilingüismo como una alternativa. |