La rinitis alérgica (a veces llamada “fiebre del heno”) es una de las enfermedades alérgicas más comunes; afecta a alrededor del 20-25 por ciento de las personas. Es el resultado de una reacción alérgica en la nariz debido a la inhalación de alérgenos (sustancias que producen alergias). Los alérgenos comunes en el aire incluyen pólenes de árboles, hierbas y malezas, esporas de moho, caspa de mascotas o ácaros del polvo.
La reacción alérgica causa inflamación en la nariz y produce síntomas similares a los de un resfriado común, pero éstos pueden durar varias semanas durante las temporadas de polen, o ser permanentes en las personas con alergias internas. Los síntomas varían de persona a persona, pero a menudo incluyen: secreción nasal, congestión nasal, comezón en la nariz o los ojos, goteo nasal que drena por la parte posterior de la garganta y estornudos. Los niños pueden tener círculos oscuros debajo de los ojos o frotarse la nariz constantemente empujándola hacia arriba. No hay forma de predecir quién desarrollará rinitis alérgica, pero los niños pequeños con eczema o asma corren mayor riesgo. La alergia se debe a una combinación de predisposición genética y elementos ambientales que la desencadenan. ¿Qué detona las alergias? El polen es un alérgeno común. Se trata de un polvo producido por las plantas con flores que es esencial para su reproducción. La mayoría de las plantas son polinizadas por insectos o abejas. Por lo general, estas plantas no causan alergias. El 10 por ciento de las plantas son polinizadas por el viento, y éstas sí causan alergias. El polen puede viajar en el aire por cientos de millas y es difícil de evitar. En Alaska, las plantas crecen durante un periodo muy corto, pues tienen que aprovechar cada hora de luz solar. El polen del árbol brota en la primavera. El abedul es un alérgeno particularmente potente. Otros árboles alergénicos comunes incluyen el aliso y el álamo. Después de los árboles, las hierbas polinizan en el verano. El centeno y el fleo (hierba timotea) son hierbas comunes en Alaska. Muchos culpan al algodoncillo que se desprende de los dientes de león de las alergias de verano, pero éstas se deben más bien al polen de las hierbas. Las malas hierbas polinizan en el otoño. En esta época también se incrementa el nivel de esporas de moho debido a la materia vegetal en descomposición. Los alérgenos de interior, como el gato, el perro y los ácaros del polvo, pueden causar síntomas durante todo el año. En el Allergy, Asthma, and Immunology Center of Alaska (que forma parte de Providence Alaska Medical Center), los médicos elaboran un cuidadoso historial médico, realizan un examen físico y recomiendan pruebas para determinar exactamente a qué es alérgico cada paciente. ¿Cómo tratar la rinitis alérgica? El primer paso para tratar los síntomas de la rinitis alérgica es evitar los alérgenos. Su alergólogo le ofrecerá una guía específica basada en aquello a lo que usted es alérgico. A menudo, el siguiente paso es combatir con medicamentos. Los antihistamínicos funcionan bien para los pacientes con síntomas más leves. Los pacientes con síntomas más severos pueden necesitar un aerosol nasal de prescripción médica. Finalmente, se recomienda la inmunoterapia con alérgenos (las llamadas “vacunas contra la alergia”) a los pacientes con síntomas moderados a severos. También se recomienda la inmunoterapia a los pacientes que no pueden tolerar los medicamentos, que desean reducir el uso de medicamentos, o a quienes están interesados en el control a largo plazo de sus síntomas. Evite los alérgenos de interior Los alérgenos comunes en el hogar incluyen polvo, gatos, perros y moho. Estar lo menos expuesto a estos alérgenos es un primer paso importante en el tratamiento de las alergias y el asma. Ácaros del polvo Los ácaros del polvo son pequeños insectos invisibles a simple vista que viven con las personas. Son arácnidos de ocho patas de la misma familia que las arañas y garrapatas. Sobreviven comiendo materia orgánica, incluidos copos de piel humana. Los ácaros del polvo se encuentran dondequiera que haya personas, especialmente en las camas, muebles tapizados y alfombras. Para sobrevivir, requieren humedad ambiental y prefieren una humedad relativa de al menos 50 por ciento. La alergia al ácaro del polvo es común y no es señal de tener una casa sucia. Las técnicas de limpieza normales no son suficientes para reducir eficazmente los niveles de alérgenos de los ácaros del polvo. Éstas son algunas estrategias para reducir la exposición a los ácaros del polvo: - Obtenga “protectores contra ácaros del polvo” para el colchón, el box spring y las almohadas. Estas cubiertas están tejidas con poros lo suficientemente pequeños como para encerrar a los ácaros y sus proteínas alergénicas (que se encuentran en su materia fecal). - Aspire alfombras con una aspiradora con filtro HEPA. - Reemplace las alfombras con pisos duros, si es posible. - Reemplace los muebles tapizados con muebles de cuero, si es posible. - Reduzca la humedad interior, si es posible. - Lave la ropa de cama en agua caliente una vez a la semana (130 grados Fahrenheit matará a los ácaros del polvo, pero es peligroso encender el calentador de agua tan alto si hay niños en la casa). - Minimice los animales de peluche: colocar los animales de peluche en el congelador mata periódicamente los ácaros del polvo. - Considere en las habitaciones un filtro de aire HEPA, aunque los ácaros del polvo tienden a no estar en el aire a menos que se les moleste. Mascotas Muchas personas obtienen un gran placer de sus mascotas. Los perros y gatos ofrecen compañía y a menudo se consideran parte de la familia. Sin embargo, con frecuencia las mascotas provocan la rinitis alérgica. Las personas con alergias nasales frecuentes suelen no percatarse de cuánto contribuye a sus síntomas el alérgeno de sus mascotas. Los alérgenos de gato y perro son proteínas secretadas por la piel del animal. No existe realmente una raza hipoalergénica de gato o perro. Sin embargo, los gatos producen alérgenos de forma más consistente que los perros. Puede haber variaciones individuales sobre qué tan alergénico puede ser un perro en particular, pero esto es imposible de predecir. En cuanto al alérgeno del gato es una proteína muy pequeña y pegajosa, y los estudios demuestran que está presente en lugares públicos. La forma más efectiva de evitar el alérgeno de gato o perro es encontrar otro hogar para la mascota, pero esto no suele ser práctico para las familias. Después de que se retira un animal, el alérgeno persiste en la alfombra y los muebles durante varios meses. Existen otros métodos para evitar alérgenos en el hogar, pero no son muy efectivos en cuanto a la prevención de los síntomas. Entre éstos se recomienda mantener a las mascotas alejadas de las habitaciones, aspirar de forma regular con una aspiradora con sistema de filtración HEPA, obtener un purificador de aire con filtro HEPA para las habitaciones, y cambiar las alfombras por pisos duros. La inmunoterapia con alérgenos (“vacunas contra la alergia”) es una opción de tratamiento para las alergias a gatos y perros. Moho (hongos) La estrategia más importante para evitar el moho en el interior de su hogar es evitar que el agua cause daños en la construcción. Y si esto ocurre, habrá que remediarlo de forma inmediata. También hay que evitar tener demasiadas plantas de interior y hay que tratar de mantener baja la humedad en el interior. Además, el sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado debe inspeccionarse regularmente. Este texto fue publicado por primera vez en www.allergyalaska.com Aquí se reproduce con autorización de Providence. |