Presentan quejas contra David Eastman Por ivan hodes
La semana pasada, presenté a la División de Elecciones una petición que impugnaba la elegibilidad electoral de David Eastman, el legislador de Wasilla notorio por su apoyo a la supremacía blanca y simpatizante del matrimonio infantil. Muchos otros alaskeños, incluyendo dos o más legisladores, hicieron lo mismo.
Mucha gente piensa que no es justo. Piensa que, aunque Eastman sea una mala persona, los votantes de su distrito deben decidir si merece o no el puesto. Creen que cuestionar su elegibilidad con la División de Elecciones no es democrática. Creen que los de izquierda quieren “controlar la boleta”. Primero que nada, no todos los que oponen al Sr. Eastman son de izquierda. Randall Kowalke ¡hasta votó por Eastman en las últimas elecciones! Randall era un miembro del Partido Republicano hasta el año pasado, cuando renunció a causa del creciente fascismo dentro del partido.
Segundo, este problema no es cuestión de decidir si el Sr. Eastman es una persona mala o no. Es sin duda maligno. Es un supremacista blanco, y todo el mundo lo sabe. Su compañero en la academia militar de West Point, Edward ReBrook IV, escribió un ensayo que describe todas sus afiliaciones extremistas. Mi amiga Betsy Peratrovich, nieta de la ícono alaskeña Elizabeth Peratrovich, escribió una carta al editor del periódico Daily News que describe todos los votos de Eastman en contra de los indígenas Nativos de Alaska, los de raza negra, y los de otras minorías raciales.
Pero no es por eso por lo que Betsy y yo, y muchos otros alaskeños, presentamos nuestras peticiones. Es a causa de la Constitución de Alaska. La cual dice: “Ninguna persona que aboga, o ayuda o pertenezca a cualquier partido o grupo o asociación que aboga, el derrocamiento por la fuerza o la violencia, del gobierno de los Estados Unidos o del Estado, estará calificada para ocupar cualquier cargo público de confianza o provecho de acuerdo con esto Constitución”. Eastman es miembro de los “Guardianes del Juramento’’, una milicia violenta la cual está íntimamente implicada en el ataque a nuestro Capitolio el 6 de enero. El jefe de la milicia y una docena de sus compañeros fueron enjuiciados por su participación en la conspiración insurrecta. Los Guardianes del Juramento es un grupo que aboga–y trató de hacer realidad–el derrocamiento por la fuerza del gobierno de los Estados Unidos. Por lo tanto, como miembro del mismo, el señor Eastman no puede ocupar un cargo público en este estado.
Vivimos en una democracia representativa, pero nuestra democracia está delimitada por las reglas. Es lo que nos hace una “república democrática”, tenemos leyes, y todos debemos seguir estas leyes. La ley no dice que es ilegal que el Sr. Eastman pertenezca a esta milicia, pero dice definitivamente no puede pertenecer a ella y al mismo tiempo ocupar un cargo público en la legislatura. Mi padre fue profesor de derecho constitucional. Crecí creyendo que–y ahora creo que–la Constitución, nuestro reglamento, es algo muy especial que hace que nuestro país sea grandioso. Cuando era oficial militar en el ejército de los Estados Unidos, hice un juramento para proteger y defender la Constitución, y todavía me siento responsable de eso. Es por eso por lo que seguiré la lucha contra el Sr. Eastman: yo también tengo un juramento que cumplir.