Un sueño hecho realidad Conoce a esta artista y atleta española residente en Fairbanks
Por Marina González Mazo
Me llamo Marina González Mazo, soy de Logroño, La Rioja, España. Estudio Bellas Artesen la Universidad de Alaska Fairbanks y la historia de cómo acabé en Alaska, es algo curiosa. Nunca me había imaginado que me mudaría a la otra punta del planeta, ni mucho menos, al estado más frío de EE.UU.
Todo empezó cuando, con nueve años, probaba mi suerte a ganar juguetes en las ferias con una escopeta de dudosa precisión y un par de balines. Eso me llevó a practicar el Tiro Olímpico con Carabina, unirme a un club, y posteriormente a competir internacionalmente en el equipo nacional de España. Sin embargo, cuando se acercaba mi graduación de la educación obligatoria, comprendí que no había muchas oportunidades para estudiar en la universidad y seguir practicando mi deporte a nivel profesional. Pero, el destino quiso que se me presentará la oportunidad de conseguir una beca deportiva en los Estados Unidos.
Trabajé muy duro para mejorar en mi deporte, a la vez que estudiaba para los exámenes SAT y TOEFL por mi cuenta. Todo mientras seguía en la escuela y preparándome para mi graduación. Tras dos años de esfuerzo, fui admitida en la Universidad de Alaska Fairbanks. Ha sido todo un reto para mí, y no puedo estar más orgullosa de haber cumplido mi meta. La cual no podría haber conseguido sin el apoyo y paciencia que me ha brindado mi familia. Mi caso también causó un pequeño revuelo en la comunidad del Tiro Olímpico. Esto debido a que fui la primera persona de España en conseguir una beca deportiva con esta disciplina, siendo pionera para los jóvenes que puedan estar interesados en seguir mi camino.
Tengo la oportunidad de representar al equipo de rifle de la universidad y de expandir mis capacidades como deportista. Esto me permite estudiar una carrera de Bellas Artes que disfruto muchísimo y que me permite formarme para ser la artista que quiero convertirme en el futuro y aprovechando la inspiración y recursos únicos que solo puede ofrecer la naturaleza de Alaska. Cada día aprendo de nuevas experiencias, de intercambios culturales con mis compañeros y del espectáculo de naturaleza que ofrece Alaska. Y, aunque los meses de invierno son tan duros como me habían avisado, la comunidad de mi alrededor se encarga de darme el calor y apoyo que necesito. Es un sueño hecho realidad.