UNA ELECCIÓN histÓrica
Después de varios días de un tenso conteo de votos, el vicepresidente Joseph R. Biden y la Senadora Kamala Harris obtuvieron la mayoría de los votos en el colegio electoral y la presidencia y la vicepresidencia de los Estados Unidos. Biden y Harris obtuvieron la mayoría en la mañana del sábado 7 de noviembre cuando la Associated Press y varios medios de comunicación proyectaron que su victoria en los estados de Pensilvania y Nevada era irreversible y aumentaba su ventaja en el colegio electoral más allá de los 270 votos necesarios para ganar la presidencia. Normalmente, el ganador se conoce el martes de la elección. Sin embargo, debido a que en muchos estados el margen de victoria de Biden era muy pequeño, 25,700 en Nevada y 37,298 en Pensilvania, de acuerdo con el New York Times al momento de la escritura de este artículo, se tuvo que esperar a que los votos fueran contados con el mayor escrutinio posible.
Adicionalmente, la pandemia del COVID-19 obligó a muchos estados a implementar y expandir la posibilidad de votar por correo postal y, debido a que no tenían la infraestructura ni experiencia para contarlos, el proceso se demoró más de lo normal. Sin embargo, otro factor que demoró el resultado fue el hecho de que esta fue una de las elecciones con la tasa de participación más alta en la historia moderna, de acuerdo con la revista Fortune. Por lo que contar el volumen de votos ha tomado tiempo. No obstante, debido a que en algunos estados el conteo no ha terminado, no podemos saber exactamente el número de votos en este momento. La elección de Biden es un evento histórico. El vicepresidente derrotó al presidente Donald Trump, quien se une a John Adams, Herbert Hoover y George H.W Bush, en el grupo de presidentes que sirvieron un solo período presidencial. Biden tiene una carrera política extensa, la cual data desde su elección como senador para el estado de Delaware en 1973 y que incluye su administración como vicepresidente para Barack Obama. Sin embargo, es muy importante recalcar la elección de Kamala Harris, quien es la primera mujer electa vicepresidente, al igual que la primera mujer negra y la primera persona proveniente del sur de Asia, una victoria muy importante para la diversidad e inclusión. A pesar de las celebraciones por parte de la campaña de Biden y multitudes de ciudadanos en las calles. El proceso electoral aún no ha terminado. El conteo de votos no ha finalizado, sin embargo, es una distancia suficiente para establecer que el presidente Trump no alcanzará la mayoría. Además, su campaña ha enfatizado que van a seguir todos los mecanismos legales para asegurarse de la legitimidad del proceso debido a que, en su opinión, ocurrieron muchas irregularidades. La veracidad de estas acusaciones es altamente cuestionable y la posibilidad de éxito de estos procedimientos legales es mínima. Adicionalmente, el control del Senado, el cual también iba a ser definido en esta elección tampoco es claro. En el estado de Georgia, las campañas de los senadores republicanos David Perdue y Kelly Loeffler no lograron capturar la mayoría necesaria para mantener sus respectivas posiciones en el Senado. Los demócratas tienen la posibilidad de capturar los dos puestos en las elecciones del 5 de enero, y de lograrlo, obtendrían una mayoría en el Senado. Nominalmente, ambos partidos tendrían 50 senadores. En esta situación, el vicepresidente se encarga de romper los empates, lo que daría a los demócratas la ventaja. Los resultados en Alaska no han sido contados completamente, pero se espera que los republicanos mantengan su posición en el Senado y que el estado vote por Trump para la presidencia. El presidente electo Biden entrará a la presidencia con una economía en crisis, con los casos de COVID-19 subiendo drásticamente y con un país profundamente dividido. Esperamos que su administración logre superar estas crisis y logre sanar las divisiones y partidismos negativos que aún amenazan la estabilidad del país. |