Una solución justa para los Dreamers
Alaska carece de políticas estatales de ayuda a sus Dreamers en el acceso a la educación superior y el desarrollo de la fuerza laboral.En Estados Unidos hay 1.2 millones de jóvenes inmigrantes indocumentados que entraron en el país con menos de 16 años. Ellos son conocidos como los Dreamers, o “Soñadores”. Apenas un millar de ellos residen en Alaska. El año que viene, se cumplen diez años desde que, siendo presidente Barak Obama, el gobierno federal implementó una política migratoria de ayudas para ellos, conocida como DACA por las siglas en inglés de “Deferred Action for Childhood Arrivals”, la “Acción Diferida para los Llegados en la Infancia”, o simplemente “Acción Diferida”.
El Programa DACA contemplaba para los “Dreamers” ayudas económicas, al estudio y para conseguir trabajo. En 2017, fue suspendido por Donald Trump. Y con Joe Biden en la Casa Blanca, la Cámara de Representantes ha aprobado un nuevo Proyecto de Ley del Sueño y la Promesa, que daría a estos “Soñadores” acceso a la ciudadanía estadounidense. Ahora, debe pronunciarse el Senado. Un cruel limbo legal El pasado mes de julio, la psicóloga Sara Buckingham, profesora asistente en el Departamento de Psicología de la Universidad de Alaska Anchorage, pedía a los senadores republicanos por Alaska Lisa Murkowski y Dan Sullivan que apoyen esta nueva ley. “Los Dreamers viven en un cruel limbo legal”, escribía Sara Buckingham en el periódico Anchorage Daily News. “Deben renovar sus visados cada dos años y cualquier retraso burocrático podría hacerlos vulnerables a la deportación (…) Sacar a los Dreamers a la fuerza del único hogar que han conocido es impensable. No conozco a ningún alaskeño que tolere tal injusticia. Pero la negativa del Congreso a solucionar este problema se vuelve más chocante —y francamente absurda— a medida que pasa el tiempo. Con la inacción, estamos enseñando a nuestros hijos que permitir una sociedad de dos clases es aceptable”. Como psicóloga, Sara Buckingham ha investigado el daño psicológico “insoportable” de vivir con la continua amenaza de poder ser deportados: “ansiedad, depresión, pesadillas… Los Dreamers se sienten atascados, incapaces de avanzar en cuestiones tan cotidianas como estudiar para tener títulos universitarios, casarse o tener una vivienda en propiedad”. Pocas protecciones en Alaska En declaraciones a Sol de Medianoche —periódico que lee habitualmente “porque aprecio vuestro trabajo”—, Sara Buckingham asegura que, al incluir una vía de acceso a la ciudadanía, “se necesita mucha promoción” cuando se debata la nueva Ley del Sueño y la Promesa y su presupuesto, para evitar modificaciones que impidan o excluyan dicha vía para la obtención de la nacionalidad. “Lamentablemente, son pocas las protecciones que el Estado de Alaska ofrece a los Dreamers específicamente”, señala. “En Alaska, los beneficiarios del DACA pueden obtener una licencia de conducir del Estado y un permiso de trabajo. Pero los inmigrantes indocumentados están excluidos. No hay políticas estatales relacionadas con la educación superior para los Dreamers”, a pesar de que al menos tres mil de sus estudiantes son inmigrantes de “primera generación” (nacidos en el extranjero que entraron en EU, con documentos en regla o sin ellos) y otros cinco mil estudiantes más de este nivel educativo son inmigrantes de “segunda generación” (nacidos en EU, pero con al menos un progenitor inmigrante), lo que representa casi la tercera parte (28%) del total de alumnos en educación superior. Anchorage, “ciudad hospitalaria” En cuanto al Ayuntamiento de Anchorage, “pretende ser una ciudad que cobija a refugiados e inmigrantes, incluidos los Dreamers”, afirma Buckingham. “Su enfoque se basa en cinco pilares, incluidos los programas destinados a aumentar el acceso a las oportunidades económicas. Los servicios municipales no preguntan sobre el estatus de inmigración cuando alguien busca servicios y el Ayuntamiento no participa en la aplicación de la Ley de Inmigración. - ¿Sigue siendo Alaska una tierra de oportunidades para los inmigrantes, hispanos y otras minorías étnicas o raciales? No hay una respuesta sencilla. Es una tierra de oportunidades para algunos, sin duda. Pero muchos están excluidos, debido a las políticas y retos excluyentes relacionados con la inmigración y otros que afectan especialmente a las personas BIPOC (Black, Indigenous, People of Color) incluidos los pueblos indígenas en cuyas tierras estamos. Hay muchos habitantes de Alaska, incluidos los inmigrantes y los refugiados, que se están organizando y liderando los esfuerzos para hacer que nuestro Estado sea más inclusivo, con oportunidades a las que todos puedan acceder. - ¿Cómo se ha notado el cambio de la administración Biden a la de Trump en el trato a sus Dreamers? Depende del Congreso crear políticas de inmigración justas que reconozcan los muchos beneficios que los inmigrantes aportan a los Estados Unidos y las contribuciones que tantos de nuestros compañeros de la comunidad inmigrante ya hacen en nuestras comunidades. Los inmigrantes, incluidos los Dreamers, son una parte integral de nuestra sociedad. Como se ha visto, el poder judicial ha anulado partes de DACA como una orden ejecutiva y por lo tanto es la reforma migratoria federal que se necesita de nuestra rama legislativa. Murkowski, Sullivan y Young necesitan escuchar acerca de por qué la reforma es necesaria y cómo todos los habitantes de Alaska se ven afectados negativamente por la falta de reforma migratoria. - ¿Es la situación en Anchorage mejor o peor que en otras ciudades? ¿Qué necesitan los Dreamers de Alaska? No puedo hablar por ninguno o por todos los Dreamers, pero diré que la investigación muestra que mientras DACA es absolutamente mejor que nada, la deportación y la separación familiar forzada tienen un impacto nocivo de gran alcance que se extienden mucho más allá de las personas a las que están directamente dirigidas en nuestras comunidades enteras. La incertidumbre que viene junto con un programa temporal como DACA es perjudicial para la salud mental y el bienestar. He visto que Anchorage mismo trata de hacer bastante para incluir y crear oportunidades para todos los miembros de su comunidad. Pero en última instancia lo que se necesita es una reforma migratoria federal. En mi opinión, un camino a la ciudadanía para todos los miembros indocumentados de la comunidad, muchos de los cuales han sido parte de nuestras comunidades durante mucho más tiempo que yo como una persona nacida en los Estados Unidos, y que ha vivido en muchos lugares diferentes. Las ciudades pueden ciertamente trabajar para convertirse en espacios acogedores y poner en marcha políticas para incluir a todos los miembros de su comunidad. Pero hasta que nuestro país no haya incluido realmente a los Dreamers y a otros inmigrantes a través de sus políticas de inmigración, nuestras comunidades nunca serán plenamente acogedoras. |