USCIS, la asignatura pendiente de Biden
Casi nueve millones de inmigrantes, la mayoría hispanos, siguen pendientes de las resoluciones del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés). Los retrasos pueden llegar a los dos años. Demoras exageradas en la tramitación de las diferentes licencias y permisos para residir en los Estados Unidos. La propuesta del congresista Tony Cárdenas ha generado grandes expectativas. Pero también grandes escepticismos.
La iniciativa de la Ley de Casos Atrasados y Transparencia, presentada por el congresista Tony Cárdenas el 25 de octubre busca “abordar las largas demoras que enfrentan millones de inmigrantes que solicitaron un beneficio migratorio. Cárdenas considera, además, que “la Ley de Reducción de Inflación beneficiará a millones de latinos”, lo que también ha generado tanto optimismo como dudas. La situación es “muy grave”, según algunos expertos en inmigración. El aumento de los tiempos de demora y el colapso de los casos en los últimos años se debe al enorme número de peticiones de asilo aplicadas en la frontera con México, “y crecerá mucho más cuando se elimine la política del Título 42”, advierten. Esta norma fue activada en marzo de 2020 por la pandemia del COVID-19 y permitía la “expulsión inmediata de extranjeros” por razones de salud pública. El pasado 16 de noviembre, un juez federal de Washington DC dio plazo al gobierno hasta el 21 de diciembre para eliminarla. Para el abogado de Nations Law Group Nicolás Olano, experto en temas de inmigración, “la situación de los permisos de trabajo y otras aplicaciones está directamente relacionada con el influjo de migrantes en la frontera con México. Con el aumento de personas, sobre todo familias, que han ingresado a los EE. UU. en los últimos años, el número de personas aplicando para asilo ha crecido exponencialmente”. “Esto, sumado a la baja de personal que se dio durante la Administración Trump y a las demoras de COVID-19, ha dado como resultado un serio problema para el Servicio de Inmigración y Ciudadanía, pues el número de aplicaciones pendientes se ha vuelto exorbitante”. Olano considera que, “dado lo anterior, es claro que la propuesta del Congresista Tony Cárdenas no tiende a solucionar las verdaderas causas de las demoras en USCIS. Poner fechas límite no va a aumentar el número de personal necesario para procesar el creciente número de aplicaciones que están pendientes. Obligar a USCIS a producir más reportes va a reducir personal, indispensable para procesar casos, y no ayuda a reducir los tiempos de espera de los clientes. Lo que necesita USCIS en este momento es un influjo de dinero por parte del gobierno, para que contrate más personal y así pueda atender como se debe a su clientela: los inmigrantes”. Para Raúl Pinto, también abogado experto en inmigración y transparencia de la Administración, de la American Immigration Council, con sede en Washington DC, “la propuesta de Cárdenas es muy importante”. Raúl Pinto sitúa el problema de los retrasos en USCIS en fechas anteriores al COVID-19. “Los problemas vienen de lejos. Donald Trump dio un giro en las concesiones de permisos y licencias”. Fue como levantar un “muro administrativo”, además del muro físico de la frontera con México. “Expedientes que normalmente se tramitaban en un mes comenzaron a demorarse un año y medio”, comenta. Raúl Pinto también señala a la pandemia como origen de estos atascos administrativos. “El COVID contribuyó. Pero las causas de las demoras han sido diversas. Durante la época de Trump las aplicaciones a los beneficios migratorios de trabajo, residencia permanente, ciudadanía, etcétera, se retrasaban mucho porque USCIS se concentró en ayudar a las demás agencias de inmigración, principalmente al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), a ejecutar estrictamente la ley y deportar a los peticionarios”. “Por ejemplo”, sigue Raúl Pinto, “si alguien pedía permiso de residencia y se le denegaba, antes de Trump USCIS le daba un periodo de tiempo para presentar alegaciones, pero con Trump se enviaban directamente las aplicaciones denegadas a los procesos de deportación en las cortes de inmigración”. Ahora es Joe Biden quien preside el país. Lleva suficiente tiempo para arreglar esta situación, pero las cifras de los retrasos en las tramitaciones siguen siendo alarmantes. |