Voto por clasificación de preferencia El nuevo mecanismo electoral y su impacto en la política de Alaska por gabriel dawson
Durante la elección de 2020 en Alaska, la Medida 2 de la boleta de votación fue aprobada por un 50.55% de los votantes. Esta medida incluye una provisión para incrementar transparencia en campañas electorales, al igual que la adopción de un sistema electoral de votación por orden de preferencia en las elecciones generales federales y de hasta cuatro candidatos en las elecciones legislativas y ejecutivas del estado. Este contencioso voto no ha sido libre de controversia e incluso ha sido desafiado, sin éxito, en las cortes por el Partido de la Independencia de Alaska (Alaskan Independence Party). Para bien o para mal, esto es parte de una tendencia en el nivel local a favor del voto por orden preferencial. Este articulo va a explorar este cambio y lo que significa para usted.
A partir del 2022, las elecciones serán distintas. En el nuevo sistema, los votantes no seleccionarán un solo candidato, sino que clasificarán en orden de preferencia un número predeterminado de candidatos. Su favorito, el 1, y su menos favorito, el 4. El proceso continúa por eliminación. A medida que los votos se cuentan, el candidato con menos “1” es eliminado. Los votos que apoyaron al candidato eliminado, entonces, son transferidos a la segunda opción que marcaron los votantes. El proceso sigue hasta que queda un sólo candidato.
Alaska adoptó un sistema en el que los votantes clasificaran hasta 4 candidatos. Los votantes pueden clasificar menos, pero si su candidato pierde, su voto no será transferido. Las primarias terminarán cuando solo queden 4 candidatos. Los que queden no representarán un partido, sino una posición política – a diferencia del sistema en el que dos candidatos, un demócrata y un republicano, competían, produciendo un resultado predecible. Ahora, los votantes clasificarán los candidatos hasta que queden dos. Luego, el candidato con la mayoría de los votos ganará. Alaska no es única en esta reforma. Un condado en Oregon y 59 ciudades incluyendo Nueva York y San Francisco lo usan a nivel local. Además, en 2016, Maine fue el primero en aprobarlo a nivel estatal. Las recientes reformas al proceso electoral responden a una crítica emergente a la tradición electoral estadounidense de dominio bipartidista.
Proviene de demócratas progresistas que quieren votar por candidatos más a la izquierda del grupo de poder demócrata sin temor de perjudicar la victoria de un demócrata tradicional, como fue el caso de Bernie Sanders y Hilary Clinton en 2016. También viene de miembros de partidos pequeños, centristas y no partidarios que perciben la polarización emergente como una caracterización errónea de sus intereses y que la ven como un factor dañino causante de división en espacios políticos y no políticos. Aunque este nuevo método parece solucionar estos problemas, en 94% de las elecciones con este sistema, el líder en preferencias gana en la primera ronda. Sin embargo, este método tiene el potencial de ser muy influyente en la próxima elección del senado en Alaska en el 2022.